martes, 19 de agosto de 2008

Aprender a recibir


Este es un tema que me ha costado un poco en mi relación de pareja, cómo podía yo aprender a recibir si carezco de un modelo así. Aprendí desde siempre de mi madre -mi referente de venusina- quién me crió sola sin un marciano al lado, a DAR y DAR.

Es dificil cambiar el chip, y ahora: Recibir, y hacerlo sin sentimientos de culpa o de no sentirme merecedora...

Hablar y pedir claro -sin indirectas- lo que necesito me ha tomado tiempo y muchos ensayos, y aún no aprendo bien. No es que sienta que yo dé más en la relación, afortunadamente el marciano que me tocó es un sol, es muy aplicado y ha aprendido a darme aunque yo no le sepa pedir tan claro jeje.

La parte que me cuesta trabajo es recibir sin culpas, sin pensar que "se me da demasiado".

Me ayuda saber que a mi marciano le gusta complacerme, y que el pensar en que ha cumplido una petición mía (y escuchar un agradecimiento de mi parte por su invaluable ayuda) lo satisface casi tanto como a mi. Y me ayuda también la experiencia de haber sabido pedir algo y recibirlo a manos llenas.

Antes de convivir con un hombre yo pensaba que esto de recibir era tan fácil como poner un jarrón vacío sobre la mesa y confiar en que el marciano traerá las flores...mi experiencia me dice lo contrario, no, no es tan fácil, al poner el jarrón vacío pueden pasar varias cosas:

1. días enteros sin que él se dé cuenta que hay un jarrón sobre la mesa,
2. piensa que el jarrón vacío es la nueva decoración que se te ocurrió,
3. tal vez piense, ah, mi venusina quiere flores...Y llega a casa con una maceta! (esto último es literalmente verídico)

Así, he aprendido que lo mejor es HABLARLO, pedir claramente lo que necesito. Bueno, lo he aprendido en teoría, porque la realidad es que a veces me gana el drama que todas llevamos dentro y hago un show por todo lo "no recibido" cuando ni siquiera ha sido "pedido".

**La imagen que ilustra se llama "el porquerizo" y es de las ilustradoras Loly&Bernardilla

2 comentarios:

MartaSada dijo...

Había una hermosa frase, no sé si la pondré correctamente, mi pobre neurona, jeje, pero venía a decir algo muy importante: lo que tengas que dar a los demás, preocúpate de darlo, y lo que tenga que ser recibido por tí, deja que se te de... simple, y llano. Un beso!

Ale dijo...

Precioso Marta, ojalá muchas nos la aprendieramos (y la aplicaramos).